Pastoral a los Inmigrantes
La migración es un fenómeno muy complejo (y contradictorio), tiene que ver con las causas o razones que empujan a una persona o un colectivo a abandonar su tierra, desarraigarse y buscar un mejor porvenir en tierras lejanas. Del otro lado tenemos la sociedad receptora de migración, con su cultura, costumbres y normas de convivencia que se siente amenazada por los inmigrantes, que llevan consigo, muchas veces, una cosmovisión muy distinta.
En esta interacción se produce un choque que puede ser muy violento y perjudicial. Del lado del inmigrante puede producir una serie de efectos que lleguen a convertir el sueño migratorio en una auténtica pesadilla, una situación que puede afectar patológicamente al individuo y su familia, con serias repercusiones para la convivencia, y del otro lado pueden surgir graves problemas de xenofobia y discriminación.
El desarraigo, la explotación y el pandillaje y otros problemas que surgen a nivel social, religioso y mental hace que la Iglesia no pueda ni deba permanecer muda, mirando a otra parte. El viejo mandato a Israel es también un llamado a ella como pueblo de Dios: “Como a un natural de vosotros tendréis al extranjero que more entre vosotros, y lo amarás como a ti mismo; porque extranjeros fuisteis en la tierra de Egipto. Yo Jehová vuestro Dios”. Levítico 19:34
Este módulo se impartirá en Madrid presencialmente, online y diferido.